Si aceptamos que la vida humana se rige por la razón, la posibilidad de vivir queda destruida.
03 abril 2012
Comienza un paraíso.
Tras ese infierno que escondo bajo las arenas del desierto. Que agonía verme obligada a pensar en ti para poder soñar y luego dormir, porque ya no me viene primero el no pensar y luego el imaginar. Y aveces, cuando el sol aun me da en la cara, o cuando éste lucha por salir hacia el mar primaveral, en esos momentos me quedo parada y pienso en la creatividad de lo que me relaja y de lo que quiero que suceda, y es ahí cuando me despierto y veo que el tiempo pasa y que la gente corre y que me miran y me critican a la espalda, y ahora quiero empuñar esa espada que solo en mi mente existe. Y sacar el valor para clavarla y que nadie me responda, y lo hago, pero siempre hay alguien superior a mí en este mundo tan jerarquico donde la igualdad no existe, donde lo que se cree superior sólo es una mera marioneta social. Donde todo esta cubierto de mierda, de esa arena donde dejo este agujero negro hoy. Que ahora el tiempo no quiero que me venga encima y sólo lo espontáneo, el hacer feliz a los demás, lo bueno, la comida y la bebida, tus labios, sólo eso quiero. Que hoy y mañana sigo teniendo que hacer cosas, pero correré para poder pasar a un mañana mejor antes del fin del tiempo, antes de que esa arena me cubra a mi. Vuelve a renacer de las cenizas la imágen en blanco y negro que dentro de nada pintaré. Cuantas ganas de sentir el agua corriendo por mi cuerpo y alrededor de él, cuantas ansias de respirar en la montaña y de no escuchar nada, sólo la respiración que me asegure que aún tengo un segundo más, y otro. Y la fantasía que a ti te encanta y yo tengo dentro y aveces me cansa y te la regalo, hay tanta. Y el beber ya no me sacia, el mareo me envenena y en el suicidio casi no pienso. Como decías ayer, hoy volveré a la rutina de mis palabras, y aparecen el dragón y el hada de siempre en tu imaginación, ideando cosas que ni yo pienso. Siente como se mezclan los pensamientos en una nube de caos desorientado, con nada de relación, como si fuera la vida misma, con su muerte, su acabado y su posible continuación. La esperanza del mañana que nos incita a dejar algo sin hacer hoy, porque no podemos más, porque se necesita descansar, cuando nuestra eternidad se ve perdida en un mar de colchones de agua, todos durmiendo. Como me gusta dejar innacabado historias que no volveré a leer, pero ellos sí. Las continuaré sin temor a equivocarme, sin seguir guión alguno, pues soy yo la que hace la leyenda que quiero, y hoy puede ser esto y mañana aquello, hasta conocer que es de mayor importancia, hasta experimentar lo que casi todos experimentan, hasta sentirme prestigiosa, no por estar viva ni por tener dinero, sino por las personas que me rodean, que hacen que hoy siga siendo lo que fui ayer.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario