Soy ese otoño que me has decidido robar, y ahora tu rostro se desfigura mientras revives tu estúpido pasado, y yo al vals de una sombra decido danzar a tu alrededor como loba en furia deseando desgarrar. Dolor en las encías y velos negros que ocultan lo que mis ojos escupen a bocanada abierta, y gritan, gritan más que nunca y quieren saltar al vacío y superar lo insuperable, y realizar lo imposible, y morir en el intento para no tenerse que levantar. Mientras el monstruo de debajo de mi cama, el que conoce todos mis secretos, avanza veloz para intentar comerme de nuevo, tu te adentras e intentas vencerlo, no como guerrero, sino como héroe intocable que sólo quiere un renombre. Y dejo caer el pañuelo y quiero verte vencido. No me digas que no es horror lo que retumban estas palabras que intentan salir de la tumba que esta dentro de ese panteón que creaste en tu imaginación a la oscuridad de tu habitación pensando en telarañas y en la soledad, decido presentarte todo lo que creías indeciso, incertidumbre real. Incredibilidad de tus pensamientos en un infierno que jamás visitaste. Las paredes nos van a engullir como gruñidos del desierto, ecos indestructibles en cuevas de murciélagos y vampiros que son ajenos a ti y a mi. Quiero, huir. No me dejan tus abrazos que quieren verme bien, relativamente bien, pues la muerte es la sanación, oscuros pensamientos que jamás te dije a la cara cuando estábamos a tiempo de conocer lo que la razón humana esconde . Fuego, pienso quemar este orfanato al que llaman familia, y enseñarme a ver películas que no dicen nada y me aceleran el corazón, pues no encuentras droga ni persona, aventura o anochecer que te haga sentir lo que has logrado así, y quieres más, y yo menos, pues ahora estoy sin ti. Cambiando la tuerca de mi cabeza, olvido en el kaos llaves del corazón y finjo dejarlas en casa cuando las llevo encima, y finjo llevarlas cuando no están. Y me dicen que es un problema de organización y orientación, pero sigo igual, ahora si que tengo adicción a la expresión del arte de lo de mi interior. Y cuando los dedos tocan un piano imaginario que se deja aparentar ver a través de letras que el ser humano decidió limitar a sonidos que fingen tener sentido. Mi alma sale como poderes de MAGIA de bruja, de llanto de DRAGONES... Lágrimas que se van a unirse a la hierba verde que en estos días comienzan a despertar con el rocío que ahora sale de mi... Y lo antiguo se vuelve mi lema, y el ruido mi melodía de la rabia, expresión artística y desahogo del tiempo libre: dolor de los ojos oscuros, negros.
Estoy esperando al invierno, sin tener nada.
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