21 mayo 2012

(In)cierto

Como el ahora y el después sin la música, el estar en casa sin pintura y sin colchón en el que quedar atrapada mientras dejo desvanecerse mis preocupaciones ante este mundo en el que me repito una y otra vez que no quiero estar, pero no me esfumo... Y hablan de futuro incierto, hay gente que no lo tiene, hay culturas en las que no existe esa palabra, y tu no quieres pronunciarla y yo te la susurro al oído para poder leerte el pensamiento. Luego me viene el pasado diciendo que ha cambiado, y el pasado no puede pasar a futuro, no según lo que me han enseñado, y me desespero. No se a que caballo subir ni que colina trepar, y entiendo la complejidad de mis actos y no me reconozco, yo ahora nose si soy quien era o soy la que seré, no sé que he atravesado ni que me queda... ni siquiera sé mis sentimientos, porque tengo momentos de felicidad y momentos de tristeza, ratos de enamoramiento y ratos de dudas, ante las fotografías de mis recuerdos, ante la música que me engaña y yo sólo quiero dejarme llevar. Que comprendo tus juicios pero no te conozco, no conozco a nadie, ni quiero conocer, porque cuando conozco destruyo y modifico y me arruino y quiero un volver a empezar. El estado cíclico en el que me ha convertido esta estúpida sociedad que me cansa, me gustan las cosas con final, y me gustan más aún las que no tienen inicio... Así eres tú, un inicio que no pasó, que quiero que suceda, pero no sucederá, porque estamos condenados a estar así, y ahora sé que no soy yo sola... que mis pensamientos se expanden por tu cerebro junto a la tonalidad de las vistas de los encuentros. Y te entiendo, no sólo invade el temor a destruir muchas cosas, no sólo es la ignorancia de conocer la felicidad, es la compasión por nuestras vidas lo que nos lleva a estar ignorando al destino y al no dejarle ganar, porque nos ayudamos mutuamente, somo complices de nuestros actos... Ahora no necesito nombrar a nadie, sólo un gesto egocentrico de seudónimos enmascarados que nadie jamás comprenderá. Que puedo soltar un te quiero y sembraré la duda entre los que me conocen, el afán por conocer el receptor, incluso cuando seguramente ni lo halla, sólo son palabras que no tienen precio, ni emisor ni receptor, un creador que no lo creó. Suelta una carcajada una niña pequeña y su madre habla por el móvil e interrumpe los pensamientos de una vieja soñadora que vive esperando. Porque siempre es así, la espera del futuro del que no se quiere saber nada y yo, yo quiero saberlo todo. De ti, de mi, de él, de ella... y lo sé todo, soy capaz de adivinar. Que una olla hierve y pita, que el café esta listo y la tostada tostada será por la tostadora. El hablar por emitir algún sonido, el buscar que nadie y todos lo reciban... No saber sabiendo y ahora, cuando todo se resuelve, dejar de actuar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario