27 junio 2013

Tan de mentira.

Tan de engaño, los ojos se obnubilan... Se les aparece una capa externa de color blanca rosada que no deja pensar, que sólo nos permite reaccionar, y volvernos irracionales. Y así decidimos actuar insensatos, en medio de la semi-oscuridad, y... ¿pensamos?, ni reflexionar. Vamos a perdernos de nuevo, siempre que sea de tu mano, llévame donde quieras, pídeme ya lo que te de la gana. Que yo hago la función de precavida, de quejarme para darme tiempo a pensar, para dejarte recapacitar, para asegurarme, para asegurarte, para que todo este bien atado, y más enredados entre nosotros. Para ganar, para perder, para enfadarte, para sorprenderte, para no dejarte, para que me dejes, para negar. Que se nos van nuestros cerebros, que se nos salen por las orejas, que hierven entre tanto vapor, que luego me deja dibujar, y arder, mientras tu expulsas fuego, y quemarme, y no escapar. Vernos reflejados en las estrellas, dejarnos observar la luna, que se reduce, que se aumenta. Un día de estos el sol dibujará tu sonrisa junto a la mía, y no habrá manera de alejarlas, la una sin la otra serán nada, algo tan estúpido como un día sin ti. Ya vuelan, ya se van, y luego vienen, felices sin más, decidiendo que esto es la perfección imperfecta, que es el jodido caos en su estado más infinito, donde alcanza el éxtasis, donde la nube decide pasarse a la tormenta, porque quiere relucir, porque quiere brillar. Cuando los océanos deciden reflejar la furia que acumulan, cuando el tornado decide alcanzar la pradera verde, y mezclarse con ella, y con todo, con el todo...; y yo con mi todo, contigo.

Pero se esta creando, se esta pintando, se esta escribiendo, se esta reflejando en mi mirada, en la tuya, en la nuestra...

23 junio 2013

Tanto, que se nos escapa de las manos...

De entre los dedos, como un pájaro que decide abrir sus alas y batirlas con la mayor fuera y a la más rápida velocidad que su energía le permite... Y al ascender, llegando hasta el cielo, el sol le hace transparente, dejando que los demás, aquellos que se detienen a observar, puedan verle en todo su esplendor, cuando sus plumas se vuelven verdes, azules, rojas, amarillas, violetas... Cuando su mente se expande y deja de pensar, cuando no existe nada, cuando no queda nadie, cuando ni si quiera estas tú. Y entre mis alas te me escapas. Pero aún así decido volar, explorar, dejar atrás las dudas, la desconfianza, y alcanzar el sol, dejar que mi cuerpo se queme, que arda entre llamas, que se vuelva multicolor. Es en el momento que dejo entre ver mi decisión cuando el telón decide caerse, destroza toda la función, haciendo trizas lo que parecía perfecto, pero, como siempre, irreal. Toda esa mierda que nos sigue rodeando, que intentamos tapar con nuestros besos, que creemos que desaparecería en algún momento de nuestras noches en la que la luna ya no se deja ver, a pesar de que nos persigue, pero ya no le hacemos ni caso. Ahora se ha vuelto celosa, y ha decidido formar tormentas de calor, océanos de desdichas, huracanes de plagas, inundaciones de lágrimas. Todo se arregla con un no era verdad, jamás haría eso... pero ahí queda la premisa. Mi confusión tiene límites, aquellos que llegan a mi imaginación, a la creación de la locura, a la tristeza de mis adentros, a la sed de miedo. Te quiero ver libre, tanto como para hacer lo que te de la gana, tanto como para no depender de ti, demasiado para decirte que eres mía sin serlo y que tú desees y quieras, y hagas según tu cabeza, y me cuentes, y confiemos. Quiero crear una magia permanente, de esas que no se van con el tiempo, que crecen más y más, que llegan a la luna, y la rodean e invaden cada estrella del universo, llegando a toda la inmensidad de la galaxia desconocida, hasta que la conozcamos. Quiero que tu sonrisa siga a cada instante en tu cara, que te guíes por lo que quieras en cada momento, que me hagas enfadar y luego nos perdonemos, uno por estúpido y el otro por incrédulo, aumentando el todo de lo nuestro, y nunca dejar escapar ni uno sólo de nuestros besos. Quiero pasar la mayoría de las lunas contigo, ya sean llenas, menguantes, crecientes, nuevas o viejas. Quiero quedarme viendo las estrellas contigo allá donde se puedan ver, y soñar, si, sobre todo soñar, dejar nuestra mente volar y poder darnos cuenta como se agarran de la mano y se van, y nos traen nuevas aventuras, nuevos desenlaces, e infinitos, todo tan infinito... que será inalcanzable a nuestros ojos y a los de los demás, sólo tendremos las miradas para desmentir la realidad, para darle mil de patadas a aquello que nos dicen que no es posible.

Y dejarlo así, volando todo el rato.

13 junio 2013

Volviendo a la no indiferencia... aumentamos los sonidos del piano.

La caída del telón, un escenario que se va quedando al descubierto, y, sin más, sin tener excusas, ni pretextos, se queda entre medias, clavado, con la duda en la mano, viéndose respirar, a cada segundo... Y quiere caer al suelo, la fuerza de la gravedad le esta llamando, quiere dejarse llevar, pero siente algo a modo estaca, algo que le recuerda a otras veces.. Y le pone nombre, y se llama miedo. Y la duda recorre su alma hilo a hilo, polvo a polvo, como neurona en su sinapsis, sin llegar al cerebro jamás. Un continuo malestar autoprovocado, que termina en tus labios desvaneciéndose, esa desconexión infinita, ese no existir nada más que estos besos, eso que echaba de menos, y de lo que tanto me encariño... Y me miras y me observas callada, por un segundo, y te extraña, pues las palabras, esas melodías, están continuamente saliendo de mi boca, y en ese instante, hay silencio, que no te gusta, y es que estoy pensando en lo serio, en la realidad, estoy dejando de soñar, de volar por las nubes, y me gusta que no te guste, pero comprende, que hay momentos en los que he de reflexionar sobre todo, sobre ti, más que el mundo. Y las estrellas, que no están, y la luna, que se esconde, y tú, que despliegas mis alas y no me decido. Se supone que eres tú el que tienes vértigo, y soy yo la que no dejo de temer el caerme, la que miro hacia abajo y veo todo mi pasado, lo vivido... y aún así, quiero miles de instantes contigo, momentos que recuerdan a las canciones que nos gustan. Porque cuando suena esa música, olvidas todo, no hay nada más que la sensación de expresarte por el movimiento y, simplemente, ser tú mismo, sin más motivos que los de llegar a la felicidad, y sonreír inocentemente e inconscientemente, así son las mejores sonrisas.

Hay tantos gestos, manías, cosas tuyas a las que les estoy cogiendo cariño... en qué ¿dos días?... y es que esta sensación, esta velocidad, no sé de dónde ha salido, no sé de dónde han aparecido tantas ganas de ti... si no estabas en mi vida, y ahora estas al completo. Vuelve a llamarme rara, dime que si me han diagnosticado algún tipo de locura, porque creo que deberían de encerrarme en el psiquiátrico, porque esto no es nada habitual... y lo peor de todo es que quiero que lo sepas, pero quizás tengas miedo, más que yo incluso, y ahora sólo quieras escapar... la duda vuelve a invadirme, la indecisión de siempre, y ahora más caos que nunca. ¿dónde estabas? te pregunté en un ataque emotivo de ver que somos tan parecidos...aunque quiero descubrir hasta dónde nos identificamos.

En tus besos... me pierdo.