Rejuveneciendo a pasatiempos secuaces a los cuales no quiero entrar, me disminuyen y me obligan a meterme en esta mierda llamada vida, pudriéndome en mi interior, huele raro por dentro, palabras rondan en mi cabeza, en mis ojos pasan ríos que quieren salpicar, peces que desean huir y no les dejo, no vaya a ser que me vean. Retroalimentación comprobada, hechos de cuchilladas en mi organismo, hilos que se desenvuelven para comenzar lo que será un lento cosido, agujas y engranajes, todo ello haciéndose comprender como muñeca de trapo que, de nuevo, ha sido tirada en la basura a la espera de ser hallada por otro caballero, pero se ve tan mal que no quiere dejarse notar, se aferra a los más profundo de la oscuridad de tal forma que ni un gato la encuentre. Y allí se queda encerrada, pensando y pensando, dando vueltas cual noria antigua, y tiene que salir pero el frío no la deja, y suenan melodías que le gustaría bailar alegremente, pero ya no puede... Esa habitación que ahora se a vuelto roja ensangrentada de lamentos y perdiciones, de soledad traicionera, buscar de nuevo un cuadro que me llame, que me hable, que me inspire y dejarlo actuar por si solo, acabarlo y, simplemente, esperar de nuevo. No saber como actuar ante todos los hechos... y en mi cabeza sólo hay un sonido que se repite una y otra vez: perder el tiempo, perder el tiempo... mientras éste avanza, las horas se van al carajo, el reloj de la pared se derrite cual cuadro de el gran Dalí, y en el exterior comienza a llover. Tic Tac, suena tan fuerte, avanza tan rápido, se introduce en mi interior, me asfixia, mis entrañas se están descomponiendo...
Voy a hacer uso de la vida, perder tiempo y ganarlo en reiterarme en pensamientos.
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