03 agosto 2012

Hoy no tengo ganas

Ni de soñar despierta como en la infancia solía hacer... parece que me apago poco a poco y mis ganas de empujar terminan convirtiéndose en la necesidad de que me tiren, sino al contenedor y con ratas callejeras. No encuentro a nadie y sé de la existencia de ellos, no puedo alcanzarlos. Esa niña que soñaba se ha desvanecido, y pintando se dio cuenta de la irrealidad de su pintura, de cómo ese pincel se deslizaba sin querer continuar. Cómo el color se emborronaba a su paso por ese lápiz que marca las líneas de los límites, sólo realidad... me gustaba contarte mis historias e inventarme adivinanzas que ni tu comprendías, pero hacía soñar, llegar hasta el sol y demás estrellas, a cualquiera que no tuviera dinero. Crear un futuro mejor donde todo era diversión era un don dentro de mi cabeza, que hoy no da más de sí. Que sólo se obsesiona con los puntos suspensivos de un algo más, de una incertidumbre, de la espera del caos, y no aparece nada, ese móvil que se repite, el despertar del agosto en vez del septiembre, y las palabras inexistentes que la sociedad te obliga a corregir. Los búhos nocturnos, los colibrís diminutos, las flores coloridas, el olor a nuevo, a recién creado, las verduras, las frutas... el aroma de lo extraño, ahora está mas que nunca, desaparecido junto con mis sueños y mi locura, el encierro de un alma salvaje que sólo quería volar. Y saber que siempre ocurre lo mismo es lo que me ata y me desata una y otra vez, el querer corregirlo y el saber que debe ser así. Quiero olvidar lo visto hasta ahora... quiero pensar sin pensar, tener ideas que no quieras ni comprendas, que me conozcas sin conocerme y te sorprendas tanto que me temas. Infligir las leyes y comer con ansia, beber desenfrenadamente y no saber donde están mis pies pisando. Que las nubes que conviertan en mi carro de vuelo y el olor del césped en mi guía por la noche, donde las estrellas se ven más que nunca y las luces están apagadas. Que la luna aparezca tal y como es ella y me diga: yo soy como tu y tu eres como yo. Que su sonrisa sea la mía e ir a sus espaldas como en aquella película. Decir cosas sin sentido que nadie sepa, como cuando estabas tú... y en ocasiones te echo tanto de menos... que pienso que la vida es así. Siempre echando de menos a alguien, deseando estar en otros lugares y ausentarse en un mundo que aún no existe, y quien sabe...

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