13 junio 2013

Volviendo a la no indiferencia... aumentamos los sonidos del piano.

La caída del telón, un escenario que se va quedando al descubierto, y, sin más, sin tener excusas, ni pretextos, se queda entre medias, clavado, con la duda en la mano, viéndose respirar, a cada segundo... Y quiere caer al suelo, la fuerza de la gravedad le esta llamando, quiere dejarse llevar, pero siente algo a modo estaca, algo que le recuerda a otras veces.. Y le pone nombre, y se llama miedo. Y la duda recorre su alma hilo a hilo, polvo a polvo, como neurona en su sinapsis, sin llegar al cerebro jamás. Un continuo malestar autoprovocado, que termina en tus labios desvaneciéndose, esa desconexión infinita, ese no existir nada más que estos besos, eso que echaba de menos, y de lo que tanto me encariño... Y me miras y me observas callada, por un segundo, y te extraña, pues las palabras, esas melodías, están continuamente saliendo de mi boca, y en ese instante, hay silencio, que no te gusta, y es que estoy pensando en lo serio, en la realidad, estoy dejando de soñar, de volar por las nubes, y me gusta que no te guste, pero comprende, que hay momentos en los que he de reflexionar sobre todo, sobre ti, más que el mundo. Y las estrellas, que no están, y la luna, que se esconde, y tú, que despliegas mis alas y no me decido. Se supone que eres tú el que tienes vértigo, y soy yo la que no dejo de temer el caerme, la que miro hacia abajo y veo todo mi pasado, lo vivido... y aún así, quiero miles de instantes contigo, momentos que recuerdan a las canciones que nos gustan. Porque cuando suena esa música, olvidas todo, no hay nada más que la sensación de expresarte por el movimiento y, simplemente, ser tú mismo, sin más motivos que los de llegar a la felicidad, y sonreír inocentemente e inconscientemente, así son las mejores sonrisas.

Hay tantos gestos, manías, cosas tuyas a las que les estoy cogiendo cariño... en qué ¿dos días?... y es que esta sensación, esta velocidad, no sé de dónde ha salido, no sé de dónde han aparecido tantas ganas de ti... si no estabas en mi vida, y ahora estas al completo. Vuelve a llamarme rara, dime que si me han diagnosticado algún tipo de locura, porque creo que deberían de encerrarme en el psiquiátrico, porque esto no es nada habitual... y lo peor de todo es que quiero que lo sepas, pero quizás tengas miedo, más que yo incluso, y ahora sólo quieras escapar... la duda vuelve a invadirme, la indecisión de siempre, y ahora más caos que nunca. ¿dónde estabas? te pregunté en un ataque emotivo de ver que somos tan parecidos...aunque quiero descubrir hasta dónde nos identificamos.

En tus besos... me pierdo.

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