29 septiembre 2012

Todos respirando el mismo aire a la vez...

Agujeros por todo el cuerpo, y cada día surge uno más, un pinchazo, una aguja, que atraviesa mi frágil piel y yo sin poder quejarme, sin poder contestarte, para que no te molestes, para que no tengas ni la mínima idea de mi importancia hacia tus actos de apatía. Que mis sentimientos son iguales que los tuyos, que si te digo que no te duele, que si no te respondo te hieres, y si te digo: quieropegarmeaticonpegamentofuerte. Pájaros nos coman y nos lleven por el viento a esparcirnos entre los océanos y así viajemos. Montañas que escalemos en algún frío invierno. Tu y yo mirándonos y compartiendo momentos que quería que me contaras, que deseaba escuchar. Y el silencio... te atrae la ausencia de mis vidas, el desconocimiento de mi historia, y sin querer conocerla yo quería tantas cosas que tu rechazabas y sigo sin comprender. Vuelvo a incorporarme a la soledad de mi vida sin rutina y ya no estás más. Tus manos se deslizan por mi cuerpo mientras veo alguna absurda película que me repite sueños imposibles de realizar, y ya no estás más. Efímero pozo oscuro sin fondo, y anoche cuando salí al mar de las dudas te vi en el cielo que hace años decidiste coger y supe que venían días negros de los que a la vista de los demás queremos pero yo si no los comparto no me sirven de nada. Y ahora me queda temer el no llegar jamás a la meta que supone el enigma de tu personalidad, la espiral de tu corazón, el viento de tu alma, el rendirme a mitad de camino y el estar desconsolada. Fantasías sin sentido que se marchan de tanto esperar... El miedo de la ausencia se convierte en huida y furia, ganas de desgarrar y de echar a correr como lobo hambriento en la selva. Fuerza sacada a escena por una pantalla que no deja ver por la lluvia que forma los ríos de mi rostro, cada día más pálido, anunciando que llega el invierno de mi corazón. Una vez me dices... y muchas veces te vas. Me gustan más los menos que tus más: quiero más menos y menos más.

Vuelven esos viejos océanos de fuego que se equivocan de acentos y se alivian en el mar que desaparece de mi vista y se llena de humo de ciudad.

Mejorará.

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